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Una gran diversidad de pensamientos y reivindicaciones culturales negadas y censuradas, aunque siempre presentes y en resistencia han confluído en un mismo espacio: Tlanemani Tlan. Este espacio surge por la necesidad de expresar y compartir nuestras ideas y proponer alternativas que contribuyan al pensamiento crítico y despierten conciencia en cada persona que se acerque al proyecto. Tlanemani Tlan somos todos: los que creamos, los que lo leemos, los que hacemos crítica. Te invitamos a romper la vieja brecha entre autores y lectores haciendo tuyo éste espacio.

Hemos comenzado una nueva etapa, decidimos que nuestro medio de comunicación primordial a partir de ahora será esta red global ya que consideramos que podemos llegar a más personas alrededor del mundo. No odies los medios, siembralos libres.

Tlanemani Tlan significa en náhuatl Tierra Libre

lunes, 13 de octubre de 2008

Un deseo

Por Ángel


Qué noche más vivida, decía en mis adentros justo después de haber despertado esta mañana. Entreabrí mis ojos para verte, seguías dormida a mi lado como hace 60 años, seguía viendo en tu rostro esa hermosa figura juvenil del primer encuentro, veía tu perfil dibujado en mis hombros, seguía deseando que esto fuera eterno, verte en verdad que me conmovía, me hacia viajar por nuestra historia, me daba cuenta que mi vida fue para ti como la tuya fue para mí…

Fue así que despertaste, puntual como siempre, sin abrir los ojos te aferraste a mí, dándome los buenos días en este día tan especial como todos lo han sido a tu lado. Buenos días corazón fue mi respuesta.

Así los dos entramos en un sueño profundo, donde yo di vuelo a mi vida. Recordé mis remotos 20 años, cuando era común que saliera con mis amigos a las fiestas, al parque a platicar sobre la vida o simplemente vivirla, cuando yo te conocí y ambos teníamos este sueño que ahora vivimos, cuando tenía a mi familia completa y yo era todo un ejemplo para ellos, quizá no como ellos quisieran, pero siempre a mi modo; cuando las lluvias inundaban la colonia, las mañanas siempre azules, mi risa aún estridente, tus regalos pegados en mi pared como el mejor recuerdo de ti, mi cama sola pero muy caliente, siempre sentí que ya dormía contigo, mis metas e ilusiones en pañales…

Hoy es un día especial, es mi cumpleaños número 80, por suerte nunca perdí la memoria ni la cordura; cuando volviste a despertar brincaste sobre mí, como era tu costumbre de dar las gracias. Ahora te costo más trabajo, te acercaste a mi rostro y me besaste tan cálidamente como en la juventud, me pediste que no abriera los ojos y yo obedecí gustoso.

La espera llenaba mi alma, ya que no dejé nada sin hacer en esta vida, por eso estos momentos eran distintos: cerrar los ojos me acercaba a la vida eterna.

Al abrirlos vi a toda mi familia, a nuestros cuatro hijos que eran exitosos, algunos de ellos con hijos y esposa, todos ahí reunidos en nuestro cuarto, dando grandes palmadas y gritando canciones de cumpleaños, algunas nuevas, porque el mundo ha cambiado muchísimo y ahora ya no se cree en lo que antes. Todos se acercaban para abrazarme, pero les pedí que de menos me dejaran pararme, fue cuando me levanté que recibí el abrazo más cálido y con mayor fuerza que un hombre en vida pueda tener, mi regalo de ese día fueron muchos libros, pero el más significante fue el titulo de maestría de mi hijo más grande, que con mi ayuda llego a donde está, ahora él puede representar a toda una nación. Él era un alto funcionario del nuevo orden mundial, que llevaba a todos los rincones del planeta la voluntad de los seres humanos conscientes que cambiaron después de la guerra por la vida y en contra de la muerte de mi madre tierra.

Ya era el veinteavo libro que entre mi esposa y yo habíamos escrito, editado y publicado, un éxito comercial y de un gusto exquisito todas y cada una de las paginas de nuestras memorias y cuentos.

Todos bajamos a desayunar lo que Ale me había preparado, la mejor sazón que he probado es definitivamente de ella, 80 años de vida lo respaldan, después de una deliciosa platica con todos mis hijos y hasta mis hermanos, Max y Rocío estaban presentes, decidimos vernos el fin de semana e ir a la casa de campo que años atrás habíamos comprado, donde decidí pasar unos años más ya que amábamos la vida en el campo.

Después del desayuno te pedí que fueras conmigo al parque a caminar juntos y hablar de todos los temas conocidos, cuando a mi cabeza llego lo que sería mi último cuento, que tenía tú nombre por titulo y sería uno de tus regalos de cumpleaños un mes después. “Aleita”. Ambos caminamos con los rostros soñadores y conmovidos, en verdad sentía que mi vida se me acababa, deseaba llegar al centenario, pero ya no tenía nada que hacer aquí, todo lo había terminado, llegamos a ser personas públicas con nuestro trabajo, éramos unos padres ejemplares, teníamos una imprenta con los amigos del Tlanemani y algunos de nuestros hijos ya trabajaban para nosotros.

Yo solo deseaba descansar a tu lado por toda la eternidad, te lo dije este día tan especial, ahora sabía el sentido de la vida, tenía la respuesta a la pregunta más grande, que sólo juntos pudimos encontrar, te hablé de mi salud, de lo bien que me encontraba. Yo te veía como mi reflejo, brillante, sonriente, entera, soñadora, feliz, eternamente feliz…

La respuesta a la pregunta es AMOR, mi salvación, mi esperanza y mi fe. En verdad que cuando uno se esfuerza hasta el final, cuando uno vive soñando y alimenta su espíritu, cuando uno vive luchando y engrandece su vida, se da cuenta que la voluntad, es la mayor fuerza del humano, que mirar a las cosas y a las personas con aprehensión y con sabiduría, le permite dar cuenta de su verdadera existencia, basta levantarse todos los días viviendo como si fuera el último, basta dar una sonrisa a los que te rodean, basta tomar las cosas como cosas y a las personas como personas, basta ser sencillo y honesto para no ser engañado, así mi vida fue llenada, con el amor, que solo descubrí a tú lado… GRACIAS.

México a 26 de agosto de 2067. 10:45 pm

1 comentario:

Sekaichan dijo...

Pocas historias he leido llenas de sentimiento plasmado en palabras tan sencillas, completa sinceridad,el autor da su sello y una parte de su alma al texto, me conmovio, realmente vale la pena, ilusiones y determinacion, todo lo basico en el amor, felicidades.

(Selene M. Ramírez Huerta)
Sekai-chan